Dueña de mi sol y dueña de mis sueños,
camino con la frente más en alto que el firmamento.
Déjame caminar, déjame vivir,
que no soy viento que permaneza en tu pensamiento.
Decido paso a paso el rumbo de mi caminar,
y suspiro a suspiro, mi soñar.
Un alma esperanzada de corazón,
vive recordando su misión.
Camina y no me detengas, que no pienso parar.
Sonríe cuando la vida te sonría, y sonríe más cuando la veas llorar.
Gracias.
Hace 14 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario